Treinta años de trabajo, fraternidad y confianza

Una noche, como tantas otras, en la que varios amigos se reunieron en el hogar de Néstor para charlar largamente y tomar algún trago, “arreglando y desarreglando el mundo”, como si se tratase de la emblemática “Jabonería de Vieytes” –donde se pergeñó la Revolución de Mayo-, Juan Alberto Huarte y Juan Pedro Iturralde, le dieron a Néstor el espaldarazo final que necesitaba para emprender un nuevo camino.

 

La tríada inicial pronto buscó un contador en la figura de Horacio Soto y un productor convocándolo a Andrés Arístegui.

 

La flamante firma instaló su escritorio en el local de la avenida Bartolomé Mitre N° 575, siendo desde aquél primer empleado de la firma Miguel Otamendi.
La primera noticia masiva que tuvo la comunidad sobre la conformación de la flamante sociedad fue en el diario local una publicidad que anunciaba para el lunes 25 de marzo de 1991 el inicio de actividades de “Néstor I. Goenaga & Cía. S.A.”.

 

Pequeños, medianos y grandes productores fueron descubriendo en la firma un ámbito familiar y confiable para realizar sus negocios ganaderos. El primer cliente fue Bernardo Aleman de la firma “Herrera Vegas y Aleman”, que cargó una jaula de hacienda para el Mercado de Liniers.

 

Al año siguiente aproximadamente, Luis Domingo Goenaga decidió sumarse al emprendimiento de su hermano. Y poco después comenzaron a realizarse remates en la Feria de la Sociedad Rural, siendo por entonces Domingo Berrael primer productor que “anotó” hacienda para el primer remate de la Consignataria.

 

Durante 20 años estuvo al frente del martillo  Ángel Omar «Negro» Figueroa, con un estilo propio en la forma de subastar, con mucha fuerza y agilidad, pero por sobretodo con gran conocimiento de productores de la Provincia de Buenos Aires, Córdoba y La Pampa. Fue maestro y mentor de la nueva generación de martilleros de la firma, quienes lo recuerdan en cada feria y en cada golpe del martillo.

 

Muchas veces la carga de hacienda se realiza hasta la medianoche y se retoma muy temprano cuando ni siquiera ha amanecido. Y en esas largas jornadas no sólo hace falta un fuerte carácter para lidiar con cualquier dificultad que pueda surgir, sino también se hace necesario el buen humor para mitigar el cansancio y es entonces cuando más de una vez sale a la luz el histrionismo de Mauro Minvielle que -además de ser productor en la firma-, deja relucir su gusto por la actuación.

 

Elena Pessione y Mercedes Mujica son las dos mujeres que, como dicen sus propios compañeros de trabajo “hacen al equilibrio y el orden de las cuentas y los papeles”. Elena, al igual que algunos de los fundadores de la firma, formó parte del equipo de la casa Azcona y se incorporó a la firma en el año 1993. Con una memoria magistral, capaz de recordar datos telefónicos, cuentas bancarias y números de C.U.I.T. con la certeza de una computadora, es profundamente estimada y respetada por sus colegas.

 

Hace algunos años también se sumó al equipo de trabajo Mercedes, quien también se ocupa de la parte administrativa del escritorio, aportando una importante cuota de agilidad y dinamismo en la tarea cotidiana que demanda mucha precisión en las cuestiones bancarias.
De esta manera, ambas, con sus diferentes edades y sus distintos caracteres, se manejan con naturalidad y soltura en un “mundo” de negocios que parecería a simple vista reservado a los hombres, pero en el cual ellas son un puntal fundamental.

 

El futuro a la vuelta de la esquina…
En este siglo XXI que recién comienza los consignatarios han unido a su tradicional esfuerzo el manejo de la tecnologías más modernas, posibilitando de esta manera que sus clientes accedan a la información de su interés en el menor tiempo posible y con la mayor exactitud, dispuestos de esta manera a continuar la labor de sus mayores en una permanente evolución hacia la excelencia.

 

Los horizontes de la Consignataria se fueron ampliando y a lo largo del tiempo y se fueron sumando diversos colaboradores en otras localidades. Entre colaboradores y representantes de la firma se cuentan a Juan Carlos Correa en Tapalqué, José Antonio Carricarte en Cacharí, Osvel Piolien Estación Covelo (Tapalqué), José Ramón Estensoro en Saladillo y Eduardo Arrouxet en Olavarria. También es loable la tarea de Sergio Pioli y Carlos Tártara como colaboradores locales.

 

Durante sus años de trayectoria la “familia Goenaga” se fue acrecentando, lamentando el fallecimiento de uno de los fundadores, Juan Alberto Huarte, a quien todos recuerdan con mucho afecto.

 

La experiencia se conjuga desde hace algún tiempo con el ímpetu de la juventud que va encontrando su espacio para desarrollarse y desempeñarse en la firma. Los “mayores” van cediendo terreno a los jóvenes quienes sin dudas se convertirán en los sucesores. Como parte de la renovación, el equipo de administrativos se completa con Maximiliano Mujica. Por su parte, Juan Ignacio Goenaga y Martín P. Iturralde se desempeñan como el Martilleros de la firma. También Luis Goenaga (h), como miembro del Directorio, se desempeña como contador de la Consignataria.

 

Esta nueva generación crece y proyecta nuevos caminos, tanto es así que hace 2 años comenzó en forma conjunta con la Consignataria Melicura la comercialización diaria de hacienda desde el mismo Mercado de Liniers de la mano de Martín Iturralde.

En la actualidad, Néstor Ignacio Goenaga se convirtió en Presidente Honorario del Directorio.
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